viernes, noviembre 17, 2006

Mi trabajo como Dogsitter.


Se puede decir que sacar a un perro a pasear y a que cague es simple y aburrido, pero en mi caso no lo es. Para poneros en situación os cuento como es la Sra. Betti.

Es una anciana inteligente que pese a su avanzada edad y a la falta de movilidad, ostenta aún una gran alegría de vivir. Gran parte de la culpa de ello se debe a su “cagnolino” Curie. Fruto de su amor con el Sr. Bosio, un sindicalista muy conocido en Milano, nacieron 4 hijos, (viven tres, podéis imaginar) dos viven con ella. El hijo mayor tiene algún tipo de discapacidad psíquica y no se mucho más de él. La otra hija, de 30 años tiene una vida estresada condicionada por su trabajo en Brescia. Ninguno de ellos tiene mucho tiempo para hacerse cargo de Curie salvo en situaciones de fuerza mayor.

Bajo mi punto de vista la Sra. Betti tiene una relación simbiótica y muy especial con “il cane” que no es nada nuevo entre animales domésticos y sus dueñ@s (me vienen a la mente los perros guía con los ciegos, Miloú y Tintín, Obelix e Ideafix, y el Lectu con el “perro del Lectu”). La mutua dependencia que el cariño y el contacto diario ha forjado entre Curie y Sra. Betti es mucho más fuerte para la anciana. Esto lo deduzco debido a los miedos de ella porque este no coma nada, o que no se cruce con otros perros maschi cattivi, o los problemas intestinales que controla cotidianamente el veterinario y sobre todo el dinero mensual que gasta para que lo saquen a la calle.

La Sra. proyecta en su perro toda una serie de preocupaciones propias de la vejez, que probablemente sean también suyas, la cuestión es que desde fuera parece que lo que le suceda al perro le afecta aún más a ella. Es posible que Curie también sienta esta reciprocidad, mañana se lo pregunto. ¿Tienes empatía espiritual con tu dueña?
Por il mattino hasta el parque grande di Corso XXII di Marzo, por el pomeriggio hasta la fontana de Viale Piceno y por la sera un piccolo giro sul le strade vicina. Estas son las directrices.
El perrito es mediano, de pelo oscuro rizado muy simpático e inteligente. Me hace mucha fiesta cuando arrivo con besitos por la cara y mueve la cola. La Sra. casi siempre quiere bajar conmigo, a veces me aprieta del brazo y me dice “caro Francesco”. El dogsitter (somos tres) forma parte de sus relaciones sociales y durante el paseo se entretiene preguntándote cosas de tu vida y contándote sus problemas. Es en toda regla un trabajo social, la peculiaridad esta en que la iniciativa es privada y no viene de ninguna administración o cooperativa social.

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